jueves, 13 de octubre de 2016

La moneda mágica Parte 3

Victor, sintió en ese momento un poco de hambre, así que decidió que era momento de presentarle al mundo su nuevo cuerpo.  Era  momento de que el mundo conociera a la nueva Victoria

Dado que ninguna ropa suya le quedaría ahora, él  tomó la decisión de tomar ropa prestada de su hermana, así que fue a su cuarto y se acercó a los cajones, en los que ella guardaba sus brassieres y pantys, y con cuidado tomó  un panty  y un brassiere para ponérselos.

      


 Lamentablemente Victoria no consideraba que ahora él era una mujer mucho más voluptusa que su hermana, por lo que  tanto la panty como el brassiere le quedaba muy apretados. Incluso la ropa de su hermana parecía algo señida, así que eligió un vestido que era algo amplio.  Finalmente tuvo que elegir un par de tenis viejos porque sus pies ahora eran diminutos y ningún zapato suyo le quedaba.



Al descubrir todo esto, Victoria decidió que primero debía ir de compras a un centro comercial, ya que si pensaba mantener este cuerpo por una semana iba a necesitar algo de ropa.


 Así, abrió todas las puertas que había cerrado antes, salió de su casa y se fue caminando por primera vez con un cuerpo femenino a un centro comercial que quedaba a un par de minutos de su casa. Lo primero que notó y que no se había dado cuenta antes era que este nuevo cuerpo era mucho más pequeño que el anterior, por lo que todo en la calle parecía ser enorme ahora.  Además con cada paso que daba sus pechos rebotaban sin control, lo cual dejó de ser divertido y excitante para convertirse  en un problema, ya que le daba pena pensar que alguien  más la viera con esos grandes melones rebotando por todos lados, los cuales además le estaban empezando a dar un pequeño dolor de espalda debido a su peso.

 Finalmente, también se dio cuenta de que sus movimientos al caminar ahora eran algo torpes ya que su cadera era muy ancha  y hacía que su trasero se moviera de un lado a otro con cada paso,  causando también un ligero rebote de sus nalgas. Cuando era hombre, este movimiento de un lado para el otro de las nalgas de las chicas les parecía muy sexy,  pero ahora que él era el dueño del gran culo, se daba cuenta lo difícil que era andar por la calle con eso. Todos estos cambios le pegaron de golpe a Victoria, lo que hizo que de  hecho se empezara a sentir algo nerviosa y vulnerable.

 Al pasar caminando  por la calle con vestido también fue algo que la empezó a poner nerviosa, ya que pensaba más bien que lo veían como un fenómenos y que seguremante la gente descubriría  que él no era una verdadera mujer, por lo que debía parecer un trasvesti vestido de ese modo.

Con esos pensamientos Victoria llegó algo nerviosa a la sección de ropa femenina y ahí se dió cuenta de que en realidad no tenía   idea de qué es lo que iba a comprar ya que realmente nunca le había interesado mucho la ropa y mucho menos la de mujer. Sólo sabía que le gustaba ver a las chicas en mini faldas. En eso estaba con cara de confusión cuando una ayudante de la tienda se acercó a donde se encontraba y le preguntó-¿Le puedo ayudar en algo señorita? Señorita? Señorita?
 Ah , sí, dijo Victoria nerviosa y repitiendo la palabra "señorita"  en su mente, ya que nunca en la vida lo habían llamado de esa forma. -Busco.. ropa interior y brassieres respondió con  cierta timidez Victoria. -Ah, la sección de lencería se encuentra por acá, sígame por favor. Víctoria siguió a la chica ayudante de la tienda hasta una sección en la que él se sentía como un competo invasor, pero  las mujeres que ahí se encontraban parecían no notar nada extraño con su presencia.
 -¿Buscas algún tamaño en particular?- Le preguntó la chica de la tienda, pero Victoria no supo qué responder a esta pregunta y sólo le lanzó una mirada de confusión.
- ¿No sabes tu tamaño?-le preguntó la chica. -No te preocupes, te podemos medir- a lo que Victoria le respondio aún con timidez con un sí por favor.
 La chica de la tienda sacó una cinta métrica y le empezó  medidas en su cadera y en su espalda y luego le preguntó, -¿prefieres modelos lisos o con encaje?
 Esta pregunta también sorprendió  a Victoria, pero recordó cómo le encantaba  ver a las modelos usar ropa interior con encajes, por lo que pidió de estos últimos.
 La chica de la tienda le pasó un par de modelos de pantys y brassieres,  los cuales Víctoria tomó rapidamente sin poner mucha atención a estos para después ir rápidamente a la caja
 de la tienda para pagarlos. Una vez que terminó de pagarlos, salió rápidamente de la tienda muy nerviosa y sintiéndose observada, como si estuviera cometiendo un robo.

 ¡Esto es ridículo!-Pensó Victoria -No hay nada anormal en que una mujer compre ropa de mujer- se dijo a si misma. Además aún necesitaba otras cosas además de la ropa interior.
 Con  esto en mente y un poco más de confianza, entró a otra tienda especializada en ropa de mujer y rápidamente seleccionó una serie de camisetas, pantalones, faldas y un par  de zapatillas .
 Realmente no sabía mucho de modelos ni tallas, pero seleccionó una gran variedad para no tener que  preocuparse por ello. Su familia le habían dejado mucho dinero para la semana, así que ese  no era un problema.

Mientras esperaba a pagar  sus compras en una tienda se quedó parada en un pasillo cuando uno de los empleados se acercó a ella.  -"Perdóneme, señorita, pero tengo que pasar por aquí"-el  hombre alto y guapo amablemente esperó a Victoria que se moviera en un pasillo. En un primer momento, Victoria no se dio cuenta de que el hombre estaba hablando con ella.

Varios segundos incómodos pasaron.

"Ah sí ... que soy un 'Señorita’ ahora. Todo sucede tan rápido. Esto es tan raro ..." Victoria pensó para sí misma.

"Oh! Lo siento"-rió Victoria mientras finalmente comenzó a moverse con el fin de permitir que el joven se moviera por el pasillo.

-"Gracias, señorita"-dijo el hombre con una gran sonrisa. El la miró a propósito fijamente a los ojos durante unos momentos mientras estrechamente pasó junto a su cuerpo.

"No hay problema" -sonrió Victoria seductoramente. Ella no pudo evitarlo. Ella se sintió inmediatamente atraída a él. Su pulso se aceleró. Se quedó allí un poco tensa pero con los muslos entreabiertos por debajo del vestido. Sin que ella lo supiera, se formó una pequeña mancha de humedad en su ropa interior. Ella había reaccionado a la situación como lo habría hecho una mujer heterosexual sexualmente excitada

¡Victoria estaba ahora muy atraída por los hombres!

Finalmente  pagó sus compras y salió de la tienda  algo confundida con esa experiencia.

Ahora  se disponía ir a comprar algo   de comer cuando pasó frente a una sex shop y vió cómo había maniquies con lencería muy reveladora.
Victoria pensó que le gustaría ver a una chica  usando algo así, cuando recordó que él mismo ahora poseía un cuerpo en el cual se podría usar ese tipo de ropa, así que trgándose la pena
por un momento entró a la tienda y pidió un modelo como el del maniquí. Mientras esperaba que la dependienta le trajera el modelo, observo otro objeto que como hombre jamás habría
pensado en comprar:  un dildo. De nuevo, recordó que cuando él pensó en hacer el cambio se prometió a si mismo, probar todas las experiencias que tendría una mujer. Así que de nuevo
ser tragó su verguenza, tomo una caja con un dildo eléctrico y lo agregó a su compra. Pagó  la lencería y el consolador y salió de la tienda algo abochornada y preguntándose así mismo
si sería capaz de realmente probar su más reciente compra.

Pasó a la sección de comida rápida y como tenía mucha hambre compró una hamburguesa doble con queso, de la cual  tuvo que dejar más de la mitad y las papas fritas ya que su nuevo cuerpo simplemente no pudo comer más -Rayos, ahora soy una maldita anoréxica -pensó Victoria. Cuando era  Victor siempre había odiado  a las chicas que no se terminaban su comida, ya que por lo general él comía mucho y siempre se quedaba con hambre, por lo que no podía creer que alguien desperdiciara la comida de ese modo.


Después de un rato, Victoria sintió ganas de ir al baño. Caminar en público usando  un vestido y pantys por primera vez era demasiado excitante para ella. Estaba muy nerviosa mientras lentamente abrió la puerta de baño de las mujeres y entró. Por primera vez en su vida, en realidad estaba de pie en el interior de un baño de mujeres. Al entrar se encontró con que una chica se estaba peinando. Esta miró rápidamente a Victoria mientras ella estaba allí mirando a su alrededor, pero la chica  se limitó a sonreír y se empezó a peinar de nuevo. Victoria se dio cuenta de que todo el mundo la aceptaba como una verdadera mujer. Entonces entró en al cubículo más cercano y se sentó en la taza. Estaba encantada con la oportunidad de explorar su nueva femineidad con mayor detalle.  Todavía no podía creer que era real. Se deslizó las pantys hacia abajo de  sus anchas  caderas hasta los tobillos y notó la humedad que le había provocado  el encuentro con el chico de la tienda.




No le dió importancia y por primera vez en su vida, se sentó en el inodoro para orinar. Extrañamente, se sentía perfectamente natural en ella. Luchó un poco para mantener su vestido fuera del camino. Luego se puso las manos en sus rodillas,extendió lentamente los muslos y miró hacia abajo para ver el flujo de líquido amarillo saliendo de algún lugar misterioso entre sus piernas.  Se dio cuenta de que su nuevo cuerpo de mujer funcionaba de forma muy diferente a su viejo cuerpo masculino. Ella tenía mucho menos control sobre la dirección del flujo a medida que salía de su cuerpo. Además su pipí hacía un ruido muy característico, una especie de psssst al tocar el agua del inodoro. Toda la experiencia fue bastante interesante, pero sentía que era definitivamente hacer esto como hombre



Ahora era momento de volver a casa a probar todas las adquisiciones..