viernes, 4 de marzo de 2016

Relato de exploración femenina

No lo podía creer, después de años de búsqueda por fin tenía el hechizo de Afrodita para poder cambiar de sexo.
Yo me consideraba un hombre heterosexual, nunca tuve interés en tener una relación con un hombre.
Me gustaban las mujeres, me gustaban mucho, pero al punto de qué lo que más deseaba era convertirme en una.


Después de ejecutar el hechizo, de inmediato sentí el cambio y corrí para poder ver el cambio  frente al espejo.
Era una vista sencilla, pero para mi significaba un mundo: Una mujer desnuda enfrente de mi.



-Hola. Dije. Y sentí una enorme emoción al escuchar mi nueva voz. Era una voz aguda y armoniosa.
Hola, hola, hola, hola. Empecé a repetirme. No sabía qué decir!! Sólo atinaba a saludarme a mi misma. Rayos, acabo de referirme a mi como
mujer por primera vez. Esto era demasiado emocionante!!

Enseguida mi atención se dirigió obviamente a mis senos. En el espejo se veían como dos hermosos montículos, pero desde mi perspectiva se veían enormes!! Obviamente empecé a tocarlos  y con mis dedos empecé a acariciar mis pezones. Realmente me sorprendió lo aguados que estaban. Empecé a dar brinquitos sólo para ver cómo se movian. Luego me incliné para ver como colgaban de mi pecho. Vaya que estaban pesadas mis nuevas boobies. Esto era demasiado para mi.  Era un sueño.



En el espejo luego noté mis caderas. Y que culo tengo ahora!! Me  di la vuelta e incliné para poder observarlo mejor. Cuando era hombre me encantaba ver los culos de las mujeres
pero creo que nunca había visto uno tan hermoso como el que ahora tenía yo. Simplemente eran las nalgas más redonditas y perfectas que había visto en mi vida.



Me abrí las nalgas en el espejo y ví el premio mayor de todo el cambio: Tengo una vagina!! Tengo una pucha, panocha, concha, vulva, raja, hoyo... Y la tengo medio peluda, jajaja. Bueno, obviamente voy a necesitar una depilación.




Después de toda la exploración previa, la verdad es que cuando llegué a mi vaginita, ya estaba súper humeda de toda la excitación que me había causado esta experiencia.
Tenía muchas ganas jalarme la verga como solía hacerlo, pero con la desventaja de que ya no tenía ninguna. Ups. Y en ese momento me pegó un poco ese sentimiento de pérdida. No todos los días pierdes la verga.  Empecé acariciándola de atrás para adelante. Me llamó la atención lo larga que era, terminando a pocos centímetros de mi ano. Eso debe ser la razón por lo que las mujeres tienen tantas infecciones vaginales.


Debo ser cuidadosa con mi nueva vagina. Poco a poco fuí abriendo mis labios vaginales y  me sorprendió la cantidad de piel que ahí había. No era un simple hoyo como yo pensaba, era realmente una estructura muy compleja.
El olor de mi vagina inundó toda la habitación. Me llevé mis dedos a mi nariz y lamí un poco  de mis jugos para poder conocer su sabor. Era un olor y sabor fuerte, pero me resultaba muy agradable.


Conforme seguí abriendo mis labios vaginales,  por fin llegué a un pequeño montículo que debía ser mi clítoris. Empecé a tocarlo, pero fué un poco doloroso. Es una sección muy sensible de mi cuerpo, pero creo que si lo trataba con mayor delicadeza, podría llegar a darme mucho placer.
Los fluidos vaginales, salían cada vez más espesos hasta tener un color blancuzco, me salía como una especie de moco blanco. En este momento ya todo el cuarto olía a mi sexo.





Y en ese momento me pegó la idea de que estos líquidos era la reacción de mi cuerpo que estaba preparándose para el sexo, sólo que se estaba preparando para permitir que un pene entrara dentro de mí
Creo que esto sería una implicación obvia para cualquiera que toma la decisión de transformase en una mujer, pero por algún motivo nunca lo había visto de esa manera. Yo ya no puedo coger, ahora yo sería la cogida :-S



Tratando de sacarme esa idea de la mente, intenté seguir metiendo mi dedo dentro de la cavidad de mi vagina, pero rápidamente sentí algo que me impedía avanzar. Era mi himen. Soy virgen!!
No sé cómo sentirme con respecto a eso ya que he escuchado que perder la virginidad puede ser algo doloroso.
Además si sentiría que sería una lástima si perdía mi virginaidad con un consolador. Pero... ¿Podría estar con un hombre y permitirle que intridujera su miembro dentro de mí?  Nunca lo había considerado, pero ahora no me parecía tan mala opción. Creo que las hormonas femeninas empiezan a tener efecto en mi.

Dejé de meterme los dedos y me dediqué a jugar con mi rajita. Esto se sentí bastante bien, pero era muy diferente al placer que tenía como hombre. Era un poco más disperso  en todo mi cuerpo y no tan concentrado como se sentía en mi pene.


Aunque se sentía muy bien, no me daban ganas de jadear como lo hacían las mujeres en los videos porno. Creo que esa es sólo una exageración o probablemente yo esté haciendo algo mal.
Después de unos minutos, el calor dentro de mi empezo a subir y todo el placer empezó a moverse por todo mi cuerpo. Wow!! Se sentía muy bien, tan solo pasar los dedos por mi rajita y tocando mi clítoris, pero sin duda quería sentir algo dentro.

Dios, que alguien me coja!! No sé de dónde salió ese pensamiento, pero no me importaba. Empecé a acariciarme con ambas manos y me recoste para poder llegar más profundo.
Poco a poco el placer se fue elevando y aunque estaba acostada empecé a elevar mis caderas.


 Llevé una mano a una de mis tetas y la empecé a acariciar. Esto se sentía demasiado bien!!
Finalmente, después de un rato de estar dedeando mi vagina, finalmente se incrementó el calor y sentí como una ola de placer se movía por todo mi cuerpo.
Boom!! Ví estrellas, vi la luz, sentí la gloria y ahora sí solté un gritito súper sexy. Mi cuerpo se vino y un chorrito de líquido salió de mi.
El orgasmo femenino es otro universo!!!!



Nunca en mi vida me había sentido así de sexy como lo hacía en este momento.  Deseaba que este momento no terminaba,

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